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sábado, 24 de noviembre de 2007

La aventura del regreso

Antes de todo quería agradecer al staff de PILAS 2007 por el gran trabajo realizado en la organización del congreso: fueron todo un ejemplo de esfuerzo y dedicación.
En lo que respecta a nuestro regreso al Ecuador déjenme contarles que fue toda una aventura como reza el título del artículo. Comencemos por el día miércoles 14, día en que estaba previsto nuestro regreso, en el Aeropuerto de Córdoba. Al realizar el check-in en la Aerolínea X nos dieron el primer porrazo del día: por algún problema en el aeropuerto de Guayaquil no podíamos llegar allá el mismo día miércoles en la noche (tal cual estaba programado) sino que tendríamos que ir a Santiago a pasar la noche con todos los gastos de hospedaje y comida pagados por la aerolínea y salir de allá el día jueves en la mañana. Al principio nos pareció una falta de respeto de parte de la aerolínea que nos haga pasar otro día fuera de nuestras casas, pero entendimos que el problema no era de ellos sino del aeropuerto de nuestra ciudad y adicionalmente como llegábamos en la tarde a Santiago tendríamos chance para conocer la ciudad y también de comprar souvenirs. Hasta ahí todo bien pero al llegar a Santiago nos darían el segundo porrazo del día.


El segundo porrazo.

En el vuelo entre Córdoba y Santiago estábamos planeando lo que íbamos a hacer en Chile, que íbamos a conocer sin querer a este país, entre otras cosas. Al llegar a Santiago nos dirigimos a servicio al cliente de la aerolínea en donde nos salieron con la siguiente excusa: puesto que en la ciudad se estaba desarrollando la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado no había ningún hotel disponible y por lo tanto no podíamos quedarnos allí sino que tendríamos que esperar 6 horas en el sala de tránsito del aeropuerto para irnos en un vuelo a Lima (en donde se suponía nos darían el hospedaje y alimentación) y desde ahí saldría nuestro vuelo a Guayaquil al día siguiente; para rematar resulta que este vuelo a Lima era VÍA BUENOS AIRES y llegaríamos a Perú a las 23 horas. Es decir teníamos que dar la vuelta a toda Sudamérica, teníamos que regresar a Argentina para luego subir de nuevo a Perú y ni chance de conocer Lima porque llegábamos en la noche. A estas alturas al grupo de siete ecuatorianos que estábamos en este embrollo se había unido Carlos Salgado, un cordobés que se dirigía a Guayaquil, que también tenía el mismo problema.

El desenlace.

Les habíamos propuesto a la aerolínea que nosotros conseguiríamos un hotel como sea en Santiago, pero a cambio a que ellos obviamente corran con los gastos, a lo que las chicas de servicio al cliente nos dijeron que la aerolínea solo trabaja con hoteles que tenían convenios con ellos. Nosotros ya no queríamos subirnos a un avión a no ser que éste fuera a Guayaquil y además como dijo Crystian (unos de los ecuatorianos de la aventura) ellas solo repetían lo que sus superiores disponían, por lo cual decidimos mandar a llamar al “dueño del circo”, a la supervisora de ellas; le expusimos nuestro problema dándonos una respuesta favorable, sacó de su bolsillo para nuestro hospedaje (el cordobés movió sus contactos y consiguió hotel), nos selló los boletos para almorzar en el aeropuerto, nos dio el transporte desde y hacia el aeropuerto; al salir del aeropuerto dejamos nuestras cosas en el hotel, salimos a conocer Santiago, yo conocí la casa de una prima que tenía por allá. Nos propusimos quedarnos en Chile y lo hicimos, teniendo una meta clara y además realizando una alianza estratégica con el cordobés sin el cual no hubiésemos conseguido el hotel. Al día siguiente, temprano en la mañana, tomamos el vuelo a Guayaquil muy satisfechos de la aventura que habíamos tenido y terriblemente cansados.


























Bueno esa fue la aventura que tuvimos los ecuatorianos en nuestro regreso a casa, ahora solo aguardo sus comentarios. Bye!

2 comentarios:

Edgardo Donato dijo...

Hola!

Leí atentamante la aventura y los felicito por la determinación para cambiar el destino a su favor!

Llegaron después pero conocieron Santiago y supongo que habrá más anécdotas en Chile que sería bueno que el resto del grupo las comparta.

Aprendí que lo malo no es malo para todo, como así también lo bueno no es bueno para todo. Hay que saber descubrir la otra parte.

Un abrazo grande a vos y para todo el grupo de Ecuador que dejó al país muy bien parado en PILAS 2007.

Saludos a Guido y Katia de la Espol!

Ojalá podamos hacer un Pilas allá!

Una sugerencia que les sirve a todos: incluyan fotos en el blog. En este caso podría haber una por cada parte de la aventura!

Abrazos
ed

Unknown dijo...

Mucha asertividad para lograr esa hazaña... Saludos a todos... Pronto postearé algo..